Sin embargo, la realidad es que este trastorno no está sujeto a ninguna experiencia a priori: existen muchísimos acontecimientos que pueden afectar a una persona, dependiendo de sus características personales.
En este artículo, te explicamos qué es el estrés postraumático, cuáles son sus causas y sus síntomas. También, ahondamos en la importancia del tratamiento.
¿Qué es el estrés postraumático?
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un tipo de trastorno de ansiedad; y se vincula con el estrés que puede desarrollarse luego de la exposición a una situación traumática.
No todas las personas que sufren un hecho traumático lo desarrollan, pero hay un porcentaje que padece fuertemente sus consecuencias.
Las personas con TEPT tienen pensamientos y emociones intensas y perturbadoras relacionadas con su experiencia, aún mucho tiempo después de que el evento traumático haya terminado. Incluso, pueden revivir el evento a través de flashbacks o pesadillas; pueden sentir tristeza, miedo o enojo; y pueden sentirse separados o alejados de otras personas.
También, pueden querer evitar situaciones o personas que les recuerden el evento traumático. Incluso, llegan a tener fuertes reacciones negativas hacia cuestiones totalmente ordinarias, como un ruido fuerte, o un toque accidental por parte de otra persona.
El trastorno de estrés postraumático puede presentarse de tres maneras, variando de acuerdo a su duración:
- TEPT agudo.Cuando los síntomas duran menos de tres meses.
- TEPT crónico. Cuando los síntomas duran tres meses o más.
- TEPT de inicio demorado. Cuando los síntomas aparecen recién 6 meses después o más, luego del evento traumático.
¿Cuáles son las causas por las que se desarrolla este trastorno?
La causa exacta del trastorno de estrés postraumático es desconocida, pero sí se sabe que hay factores psicológicos, genéticos, físicos y sociales involucrados.
Tal como sucede con la mayoría de las enfermedades de salud mental, el estrés postraumático probablemente está causado por una mezcla de:
- Experiencias estresantes. Aquí se incluye el trauma que la persona ha sufrido, pero también, otras experiencias traumáticas que puede haber padecido antes.
- Riesgos hereditarios de salud mental, como antecedentes familiares de ansiedad y depresión.
- Características de la persona. Tener otros problemas mentales, o problemas de abuso de sustancias.
- El modo en que el cerebro regula los químicos y hormonas que el cuerpo libera como respuesta a situaciones de estrés.
- Factores ambientales. Tener un trabajo que incremente los riesgos de estar expuestos a eventos traumáticos, o carecer de un buen sistema de apoyo de familiares y amigos.
Tipos de eventos traumáticos
Los eventos más comunes que llevan a desarrollar trastorno de estrés postraumático incluyen:
- Abuso físico durante la infancia.
- Violencia sexual.
- Accidentes.
- Robos u otras situaciones violentas, en donde la persona puede haber sido tratada violentamente e incluso amenazada con armas.
- Desastres naturales.
- Diagnósticos médicos que ponen en riesgo la vida.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de estrés postraumático?
El trastorno de estrés postraumático causa problemas significativos en la vida de quien lo padece. Afecta aspectos de lo social, laboral y también las distintas relaciones; interfiriendo en la habilidad de la persona para desenvolverse diariamente.
Por lo general, varían en intensidad a lo largo del tiempo: una persona puede tener más síntomas si se encuentra estresada, o de repente se enfrenta con cosas que le recuerdan lo que pasó.
Los síntomas del TEPT son agrupados en cuatro tipos: recuerdos intrusivos, evitación, cambios negativos en el pensamiento y el humor; y cambios en las reacciones físicas y emocionales. Usualmente, no se presentan todos juntos, sino que varían de una persona a otra.
Recuerdos intrusivos
Los síntomas pueden incluir:
- Recuerdos recurrentes y no deseados del evento traumático.
- Revivir el evento como si estuviese sucediendo de nuevo (flashbacks).
- Sueños o pesadillas sobre el evento traumático.
- Angustia emocional severa o reacciones físicas a algo que recuerda al evento.
Evitación
Los síntomas pueden incluir:
- Evitar hablar o pensar sobre el evento traumático.
- Evitar lugares, actividades o personas que recuerden al evento.
Cambios negativos en el pensamiento y el humor
Los síntomas pueden incluir:
- Pensamientos negativos sobre uno mismo, sobre otras personas, o el mundo en general.
- Desesperanza sobre el futuro.
- Problemas de memoria, entre los que pueden incluirse numerosos detalles importantes sobre el evento.
- Dificultad para mantener relaciones cercanas.
- Sentirse alejado de la familia y los amigos.
- Falta de interés en actividades que se disfrutaban.
- Dificultad para experimentar emociones positivas.
- Sentirse emocionalmente “adormecido”.
Cambios en las reacciones físicas y emocionales
Los síntomas pueden incluir:
Sentirse fácilmente asustado.- Estar siempre en guardia por el peligro.
- Comportamiento destructivo, como tomar demasiado o manejar demasiado rápido.
- Problemas para dormir.
- Depresión.
- Problemas para concentrarse.
- Irritabilidad, arrebatos de ira o comportamientos agresivos.
- Culpa y/o vergüenza abrumadoras.
En niños pequeños (hasta los 6 años aproximadamente), los síntomas también pueden incluir:
- Recrear el evento traumático a través del juego.
- Pesadillas que pueden o no incluir aspectos del evento.
- Comportamientos regresivos (por ejemplo, mojar la cama).
¿Existe tratamiento?
Existen aspectos llamados “factores de resiliencia”,que pueden ayudar a reducir el riesgo a sufrir un trastorno de estrés postraumático. Algunos de estos factores pueden estar presentes antes del trauma, y otros volverse muy importantes durante y después del evento traumático.
Algunos de estos factores son:
- Buscar apoyo en otras personas, ya sean amigos, familia, o incluso profesionales en la salud mental.
- Tener un buen autoestima, y sentirse bien sobre las propias acciones ante el peligro.
- Estrategias para lidiar con distintas situaciones, que ayuden a actuar y responder efectivamente a pesar de sentir miedo.
Por otra parte, cuando un hecho traumático sucede, es fundamental darle importancia a la prevención: existe una fuerte evidencia que las personas traumatizadas que reciben apoyo psicológico después de sufrir el episodio; son menos propensas a desarrollar TEPT. Por eso, se recomienda siempre que luego de un trauma la persona recurra a un profesional de la salud mental.
